miércoles, 11 de mayo de 2011

El pueblo elige






Debido al desarrollo de fenómenos histórico sociales durante el siglo pasado como las Guerras Mundiales, la fabricación de nuevas y masivas tecnologías de información, la difusión de propaganda política y al surgimiento de las ciencias sociales, en EEUU se realizaron investigaciones centradas en analizar estos sucesos. Desarrolladas, principalmente, por científicos sociales europeos, los resultados de éstos ayudaron a entender la complejidad de la vida social a su vez que acrecentaron el prestigio de las ciencias sociales.
El Pueblo elige investiga la formación, los cambios y la evolución de la opinión pública durante la campaña presidencial de 1940 en EEUU. Este estudio se enmarca dentro del nuevo enfoque que iban adquiriendo las ciencias sociales: estudios capaces de comprender los cambios sociales –su origen, naturaleza y duración-.
El campo de estudio abarcó el condado de Erin, Ohio, desde mayo hasta noviembre de 1940, bajo la supervisión de un grupo de especialistas en ciencias sociales. El estudio se concentró en un panel de 600 encuestados para observar en ellos el desarrollo y los efectos de la campaña presidencial.
Este panel se separó en dos categorías: los “mutantes” y los “constantes”. Los primeros comprendieron a aquellos electores que modificaban su opinión política durante el periodo de estudio y los segundos a aquellos que no cambiaban. El interés principal lo constituyeron los “mutantes” pues en ellos se podía observar los procesos de cambio y formación de actitudes. (Entendiendo que el cambio es primordial para el análisis de la estructuración de ideas y el resultado de las mutaciones de los individuos en cuanto a sus intenciones, expectativas y conducta).
Para resolver los objetivos del estudio, los investigadores se centraron en tres preguntas: ¿qué clase de gente es la predispuesta al cambio?, ¿qué influye para que cambien?, ¿hacia qué dirección cambian?
Gracias al desarrollo de estas disyuntivas, los estudiosos arribaron a conclusiones interesantes: se puede predecir, con bastante éxito, por quién terminarán votando los llamados “cristalizantes” –categoría que comprende a las personas sin intención electoral definida, pero que concurren a las urnas-. También se concluye que el voto muchas veces obedece a la influencia del entorno o al ambiente social. Así mismo, es una tendencia común, en los indecisos, terminar eligiendo al candidato que creen será el ganador. Resulta vital, del mismo modo, la organización y la propaganda partidaria sobre todo en aquellos que no se vinculan políticamente, salvo en temporada electoral.




Influye también, lo que la gente lee y escucha. Se concluye que los contactos directos son los estímulos más importantes en los cambios de opinión. Estos cambios tienden a homogenizar o, en su defecto, a polarizar a los grupos.
Para reforzar los resultados de este estudio, los investigadores se apoyan en un estudio posterior, realizado en 1944. Aunque advierten que la diversidad de los resultados estadísticos se debe a las diferencias de las condiciones especificas –o el contexto de cada proceso electoral-. Sin embargo, el análisis comparativo de estudios se puede desarrollar bajo diferentes condiciones históricas o sociales, para ayudar a esclarecer los resultados. Gracias a ello el análisis comparativo, confirma algunas interpretaciones de orden general.
Luego de indicar métodos y planes de investigación, el estudio muestra los procesos sociales que provocan cambios de actitud o de conducta en un corto periodo. En primer lugar, mencionan a la tradición familiar. La estabilidad de actitudes. El partido que la familia apoya. De ello los ciudadanos “escuchan” los contenidos con los que están de acuerdo a sus ideas y evitan la propaganda que no concuerde con su pensamiento.
El mantener la estabilidad grupal también modifica la decisión electoral. Evitar o reducir los conflictos y desacuerdos grupales contribuye a determinar el voto. Así mismo, la interacción con los miembros cercanos refuerza o modifica la conducta electoral. Sin embargo, bajo circunstancias especiales, como crisis o periodos de propaganda intensa, la afiliación grupal puede quedar en segundo plano, reestructurando las actitudes o concordancias grupales.
Debemos considerar, del mismo modo, que cada hombre no pertenece a un solo grupo sino que integra diversos; por ello se ven en conflicto por determinar a qué “bando” apoyar. Los líderes de opinión o sucesos externos también ayudan a adquirir conductas.
Son estos los determinantes que conforman y modifican las opiniones. Producto de estos cambios, se genera un aumento de la homogeneidad o de la polarización grupal.
En Estados Unidos la estratificación electoral se conforma por los republicanos y los demócratas, presentes en el escenario electoral americano.
Los factores que permiten diferenciar a un republicano de un demócrata suelen ser: el status socio económico, la religión, el lugar de residencia, la edad y la ocupación.

El rol del status económico-social: Las categorías para la clasificación del estrato social se fundamentan en los bienes y servicios que goza el individuo y como una característica adicional el nivel de instrucción (profesionales, comerciantes, trabajadores, etc.). En el plano electoral, el estudio no muestra especial interés por la ocupación del sujeto en la formación de decisión entre un candidato u otro, sino que resalta la opinión que el sujeto tiene sobre su status social. Ejemplo: el obrero que quería ser capataz y como tal, tenía aspiraciones de progreso, la identificación subjetiva con un grupo social tiene una presencia fundamental a la hora de la formación del voto y en ocasiones, sin tomar en cuenta la ocupación que desempeña.



Religión y edad: dentro del público elector, poniendo como ejemplo el panel del condado de Erie, el factor de la religión es tan importante como el status económico social. Mayormente se cree que los protestantes votarán por los republicanos y los católicos por los demócratas, y tal vez así pase la mayor parte del tiempo, pues históricamente se ha comprobado esa situación, la cual se podría explicar debido: a la influencia indirecta de algún sacerdote en la elección de un feligrés que podría no estar interesado en política y que simplemente acepta una propuesta como forma de solidaridad con el grupo o la propuesta del grado de identificación con el grupo (los católicos que se sienten identificados con un grupo minoritario como ellos vota por los demócratas).

Un factor también importante en la determinación de las preferencias electorales es la edad. Se admite con frecuencia (de manera estereotipada) que la gente madura es más conservadora y que la gente joven es más liberal, pero existen variantes dentro de este grupo de personas; por ejemplo, los católicos mayores que muestran mayor preferencia por los demócratas y dentro del grupo de jóvenes, aquellos que son republicanos. Este caso admite dos explicaciones hipotéticas: la gente joven que está menos expuesta clericalmente opta por votar por otra tendencia política a la de los mayores y una segunda explicación es el estereotipo de que la edad trae consigo el conservadurismo político. La conclusión de este punto es que la religión tiene mayor opción de influir sobre un sujeto debido a la exposición a la que se encuentra constantemente en su círculo de amistad (formado en el seno de la religión) y la edad en cambio no necesariamente conduce al conservadurismo político pero sí al social.


Índice de predisposición política: el sujeto puede ser influenciado por su zona de residencia. En el condado de Erie casi el 75% de los granjeros protestantes ricos votaron por los republicanos y el 90% de católicos residentes en Sandusky se inclinaron por los demócratas.

El hombre, según un proverbio popular, no es más que lo que piensa ser, podría ser la explicación de la identificación de un individuo con un grupo diferente tanto en el status económico social, en lo religioso o en la edad, el individuo se preocupa de manera más intensa por lo que podría llegar a ser y hacer en un futuro de salir elegido el partido que escogió. Pero de forma inversa también el hombre piensa en lo político, tal como es en lo social, esa propuesta, está más latente y vigente en la sociedad puesto que el hombre la mayoría de veces se identifica con el que comparte o dice compartir características en los factores que precisamente determinan el voto.

El estudio de votantes demostró que son 3 factores los que permite el análisis para predecir de mejor forma cuál será el voto de determinado individuo: el nivel de status económico social, el credo religioso y el lugar de residencia.




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